El equilibrio ecológico está en vía de extinción, el sistema económico está en crisis, las matanzas por poder y recursos no dan tregua, el sueño americano puede ser la peor pesadilla en Guantánamo, pero hay algo que les interesa más que nos preocupe. La temida y anunciada hasta el hastío, gripe nueva.
Todo un detalle por parte de esas tres cepas recombinarse para que no nos aburramos y, sobre todo, para que la llama del miedo no se extinga y, con ella, los cimientos de nuestra idílica civilización.
En el informe sobre la salud mundial del año 2004 la OMS (Organización Mundial de la Salud) comunicaba que “11 millones de niños menores de 5 años morirán este año por causas que son en gran medida evitables. De ellos 4 millones morirán en el primer mes de vida. A ello hay que añadir 3,3 millones de nacidos muertos y medio millón de mujeres que morirán durante el embarazo, parto y puerperio.”
¿Pero hay quién le importa eso? A las grandes farmacéuticas no, desde luego.
Y ¿qué le parece esta nueva pandemia a la OMS? ¿Realmente le importan sus consecuencias las cuales, la misma han advertido, podrían ser graves? Cualquiera pensaría que la respuesta debería ser sí, pero cuando vemos que una caja de 30 comprimidos del dudoso Tamiflú, que sin embargo recomiendan para combatirla, cuesta nada más que 120€ y, que si declararan esta gripe problema de salud mundial autorizarían así la fabricación de genéricos reduciendo considerablemente su precio, a una le surgen las dudas. ¿Por qué no lo han hecho? ¿Hay intereses económicos o bien esta gripe no es tan grave como nos dicen? Sea lo que sea huele a podrido, o no?
Hablemos un poco de este virus y su historia.
La inicialmente llamada gripe porcina, y más tarde gripe nueva, está causada por una variante del virus de la influenza A subtipo H1N1 con material genético proveniente de una cepa aviaria, dos porcinas y una humana ( la misma que causo entre 50 y 100 millones de muertes los años 1918-1919. Curioso cóctel… Casualmente, este virus también adquirió la capacidad de ser contagiable entre humanos a pesar de que el contagio inicial se produjo, teóricamente, de cerdos a humanos.
Y digo teóricamente porqué a pesar de que la epidemia se inició en La Gloria (Veracruz, Méjico), cerca de una granja de cerdos, estos estaban sanos. Habían pasado todos los controles periódicos y vacunaciones sistemáticas contra la gripe porcina.
Podemos seguir con la prevención y el tratamiento. Ninguno de ellos está exento de controversias.
La eficacia de la supuesta panacea contra la gripe nueva, el Tamiflú, ha sido avalada por estudios realizados por la propia Roche (una de las dos empresas que lo fabrica y distribuye). En cambio numeroso científicos, entre ellos los del Centro Holandés de Investigación Epidemiológica, cuestionan dicha eficacia y los estudios que la avalan.
Será coincidencia que dos meses antes de la aparición de la pandemia, las acciones de Roche y Glaxo (máximas beneficiadas) caían en picado y tres meses después subían como la espuma.
Respecto a la vacuna pudimos leer en la prestigiosa revista médica The Lancet, esto:
“Se tendrá que evaluar los riesgos y beneficios de la aprovación rápida de una vacuna para el H1N1, ya que la enfermedad está siendo leve hasta ahora y la mayoría de los pacientes se recuperan por completo. Algunos temen que se repita lo del brote de 1976 en EEUU cuando la vacunación masiva se asoció con graves complicaciones”.
Pero podemos estar tranquilos que los chinos, con su exceso de población, ya la probaron por nosotros y la OMS aseguró que a pesar del procedimiento de aprobación la vacuna es segura…
Por último comparemos datos.
Leía en el periódico lo siguiente: “En los próximos 2 años 2.000 millones de personas podrían contraerla, es decir, casi un tercio de la población mundial.” Suena alarmante pero, vamos a analizarlo.
Sería un sexta parte de la población por año, es decir, el 16% de la población. O sea lo mismo que la gripe común, que es contraída cada año por el 10-20% de la población mundial y mata entre medio y un millon de personas según datos de la OMS.
¿Conclusión? Leamos las noticias del derecho y del revés, si algo nos preocupa busquemos datos y comparemos.
Todo un detalle por parte de esas tres cepas recombinarse para que no nos aburramos y, sobre todo, para que la llama del miedo no se extinga y, con ella, los cimientos de nuestra idílica civilización.
En el informe sobre la salud mundial del año 2004 la OMS (Organización Mundial de la Salud) comunicaba que “11 millones de niños menores de 5 años morirán este año por causas que son en gran medida evitables. De ellos 4 millones morirán en el primer mes de vida. A ello hay que añadir 3,3 millones de nacidos muertos y medio millón de mujeres que morirán durante el embarazo, parto y puerperio.”
¿Pero hay quién le importa eso? A las grandes farmacéuticas no, desde luego.
Y ¿qué le parece esta nueva pandemia a la OMS? ¿Realmente le importan sus consecuencias las cuales, la misma han advertido, podrían ser graves? Cualquiera pensaría que la respuesta debería ser sí, pero cuando vemos que una caja de 30 comprimidos del dudoso Tamiflú, que sin embargo recomiendan para combatirla, cuesta nada más que 120€ y, que si declararan esta gripe problema de salud mundial autorizarían así la fabricación de genéricos reduciendo considerablemente su precio, a una le surgen las dudas. ¿Por qué no lo han hecho? ¿Hay intereses económicos o bien esta gripe no es tan grave como nos dicen? Sea lo que sea huele a podrido, o no?
Hablemos un poco de este virus y su historia.
La inicialmente llamada gripe porcina, y más tarde gripe nueva, está causada por una variante del virus de la influenza A subtipo H1N1 con material genético proveniente de una cepa aviaria, dos porcinas y una humana ( la misma que causo entre 50 y 100 millones de muertes los años 1918-1919. Curioso cóctel… Casualmente, este virus también adquirió la capacidad de ser contagiable entre humanos a pesar de que el contagio inicial se produjo, teóricamente, de cerdos a humanos.
Y digo teóricamente porqué a pesar de que la epidemia se inició en La Gloria (Veracruz, Méjico), cerca de una granja de cerdos, estos estaban sanos. Habían pasado todos los controles periódicos y vacunaciones sistemáticas contra la gripe porcina.
Podemos seguir con la prevención y el tratamiento. Ninguno de ellos está exento de controversias.
La eficacia de la supuesta panacea contra la gripe nueva, el Tamiflú, ha sido avalada por estudios realizados por la propia Roche (una de las dos empresas que lo fabrica y distribuye). En cambio numeroso científicos, entre ellos los del Centro Holandés de Investigación Epidemiológica, cuestionan dicha eficacia y los estudios que la avalan.
Será coincidencia que dos meses antes de la aparición de la pandemia, las acciones de Roche y Glaxo (máximas beneficiadas) caían en picado y tres meses después subían como la espuma.
Respecto a la vacuna pudimos leer en la prestigiosa revista médica The Lancet, esto:
“Se tendrá que evaluar los riesgos y beneficios de la aprovación rápida de una vacuna para el H1N1, ya que la enfermedad está siendo leve hasta ahora y la mayoría de los pacientes se recuperan por completo. Algunos temen que se repita lo del brote de 1976 en EEUU cuando la vacunación masiva se asoció con graves complicaciones”.
Pero podemos estar tranquilos que los chinos, con su exceso de población, ya la probaron por nosotros y la OMS aseguró que a pesar del procedimiento de aprobación la vacuna es segura…
Por último comparemos datos.
Leía en el periódico lo siguiente: “En los próximos 2 años 2.000 millones de personas podrían contraerla, es decir, casi un tercio de la población mundial.” Suena alarmante pero, vamos a analizarlo.
Sería un sexta parte de la población por año, es decir, el 16% de la población. O sea lo mismo que la gripe común, que es contraída cada año por el 10-20% de la población mundial y mata entre medio y un millon de personas según datos de la OMS.
¿Conclusión? Leamos las noticias del derecho y del revés, si algo nos preocupa busquemos datos y comparemos.
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