El movimiento okupa es un movimiento social1 2 consistente en darle uso a terrenos desocupados, como edificios abandonados temporal o permanentemente, con el fin de utilizarlos como tierras de cultivo, vivienda, lugar de reunión o centros con fines sociales y culturales. El principal motivo es denunciar y al mismo tiempo responder a las dificultades económicas que los activistas consideran que existen para hacer efectivo el derecho a una vivienda.3 (Conocido también en el texto de "El caso de Valdemar")
El movimiento Okupa agrupa gran variedad de ideologías —en ocasiones, asociadas a una determinada tribu urbana— que suelen justificar sus acciones como un gesto de protesta política y social contra la especulación y para defender el derecho a la vivienda frente a las dificultades económicas o sociales. El movimiento okupa también suele defender el aprovechamiento de solares, inmuebles y espacios abandonados y su uso público como centros sociales o culturales. Los propietarios legales del terreno, cuyos bienes resultan usurpados —siendo esta actividad una invasión al derecho de propiedad— pueden denunciarla como un delito ordinario. La legislación relativa a okupación de espacios varía mucho de uno a otro país; en Holanda, por ejemplo, sólo recientemente se ha propuesto penar4 las okupaciones de edificios o solares. Existen países donde puede haber una legislación que tolere condicionadamente la okupación, o donde existen concesiones temporales por parte de los propietarios a cambio del mantenimiento o alquiler del inmueble.
Okupa y sus derivados procede de la palabra ocupación. La ocupación de viviendas abandonadas ha existido siempre, y en España conoció un gran auge durante los años 1960 y 70, como forma de dar salida a la gran demanda generada por la afluencia de población del campo a las ciudades. También, diversas concepciones políticas insisten e influyen en la toma de tierras, medios de producción y viviendas para la construcción de su ideario social.
La okupación surge a mediados de los 80 a imagen y semejanza de los squatters ingleses. Tras varios titubeos con la denominación (pues no existía en castellano ninguna palabra para nombrar la ocupación con motivos subculturales de viviendas, edificios deshabitados y locales). La diferencia entre ocupar y okupar reside en el carácter político de esta última acción, en la que la toma de un edificio abandonado no es sólo un fin sino también un medio para denunciar las dificultades de acceso a una vivienda.
La palabra okupa y sus derivados han sido popularizados por la prensa de modo que es de uso corriente, tanto en la lengua coloquial como en los medios de comunicación, así como también en los diccionarios bilingües como equivalente español del inglés squat.5 Se utiliza tanto en castellano como en catalán, euskera, gallego y otras lenguas ibéricas. Sin embargo, en su acepción popularizada por la prensa ha venido utilizándose para designar a cualquiera que se instale en una vivienda abandonada, tenga esta acción carácter político o no. El término okupa puede designar también el lugar okupado.
En cuanto a la expresión "movimiento okupa" para determinar al movimiento sociocultural que orbita alrededor de las ocupaciones es también un término que ha tenido una acogida desigual. Hay quienes afirman tajantemente que no existe tal movimiento sino una multiplicidad de procesos de okupación no necesariamente relacionados. Otros prefieren el plural movimiento de okupaciones, o movimiento de los centros sociales para aquellos que consideran que es el centro social lo que da identidad al movimiento.[cita requerida] La palabra okupa referida a personas se ha venido usando en estos últimos años referida a la tribu urbana que utiliza casas abandonadas para vivir, independientemente de su motivación para hacerlo.
Búsqueda de una vivienda
En algunos casos se trata de familias, grupos de personas o individuos que buscan un lugar donde poder vivir y no pueden o no quieren pagar un alquiler ni una hipoteca. Se trata de un movimiento social que reivindica el derecho a una vivienda, aun a costa de los bienes de otras personas. Generalmente los partidarios de la okupación suelen justificar esto argumentando que los inmuebles okupados están abandonados o son usados únicamente para especular.6 Por otra parte, la presión7 ejercida por las autoridades hace que al poblamiento okupa le sea inherente cierta precariedad,8 que a su vez dinamiza el movimiento e intensifica sus acciones de protesta.Realización de actividades y propagación de ideas políticas
Existen numerosos casos de okupaciones promovidas por gente que busca crear alternativas culturales y asociativas en los barrios en los que viven, a través de los llamados centros sociales okupados. Para ello utilizan los espacios okupados de forma autogestionada realizando en ellos diversas actividades políticas, culturales o de cualquier otra índole. La okupación es utilizada de este modo como un instrumento para conseguir un objetivo: la transformación de la sociedad. Algunos están vinculados ideológicamente a movimientos como el comunismo o el anarquismo. No se puede hablar de homogeneidad del movimiento pues hay divergencia de medios y objetivos en cada centro social. La propia naturaleza heterogénea del movimiento dificulta su identificación con un grupo social determinado, aunque sus ideas suelen ser cercanas a pensamientos de izquierda. Los centros sociales mantienen entre sí una comunicación fluida, aprovechando las nuevas tecnologías9 para informar sobre sus convocatorias. Sin embargo, sólo ocasionalmente participan en actividades comunes, como movilizaciones de protesta. Por lo general, un centro social responde al contexto específico del entorno en el que se encuentra, lo que determinará la índole de sus actividades.10 11En los centros sociales se realizan o coordinan diversas actividades sociales, que suelen ser de acceso gratuito: charlas sobre diferentes temáticas (agricultura tradicional, conceptos políticos o concienciación ciudadana), teatro, clases de baile, talleres diversos (desde juegos infantiles a promoción del GNU/Linux), comedores vegetarianos, excursiones al campo, conciertos, recitales poéticos, servicio de biblioteca, clases de idiomas para inmigrantes, reuniones de grupos políticos, ecologistas, artísticos o anticarcelarios. Su función en muchos casos es similar a la de los ateneos libertarios de principios del siglo XX.12
En ocasiones la okupación se lleva a cabo únicamente con fines temporales y sin tener en mente la creación de un centro social permanente, como fue el caso de la okupación de la antigua sede del Banco Español de Crédito de Barcelona, desocupado desde 2007 y okupado por un centenar de activistas a finales de septiembre de 2010 para apoyar la jornada de huelga general del 29S
onokutayama
No hay comentarios:
Publicar un comentario